sábado, 26 de febrero de 2011

Próxima reunión: 29/03/11- "Hoy empieza todo"



HOY EMPIEZA TODO




Las responsabilidades sociales de la escuela


La escuela tiene responsabilidades sociales. No solamente aquellas que le asigna la ley o las que antropológicamente le corresponden como uno de los pilares de la cultura de los pueblos. La escuela asume ante la sociedad el compromiso de educar, por supuesto, pero también tiene un compromiso con la comunidad y con la humanidad, pues es parte de un proyecto que va más allá de las normas administrativas, de las necesidades de aprendizaje de unas edades concretas. La escuela debe asumir la responsabilidad de ayudar a ayudar a modificar actitudes básicas y mejorar la vida en la comunidad en la cual está ubicada, preocuparse por el bienestar social de los alumnos sin olvidar el de sus familias, acoger a niños de diferentes culturas y características, aceptar la integración y las diferencias en lo étnico y en lo médico, procurar la eliminación de barreras físicas y culturales para padres y alumnos, promover buenas prácticas ambientales, ayudar y educar a las familias a que tomen sus propias responsabilidades educativas y exigir (y educar) a las administraciones públicas que asuman sus propias responsabilidades sociales.

Hoy empieza todo es cine social, rodado con técnica documental, con algunos actores profesionales y otros tomados directamente del medio educativo. Para acentuar el efecto documental de la película, que crea una gran verosimilitud, el director utiliza con frecuentemente planos-secuencia y travellings con la cámara al hombro.

Es una crítica de la indiferencia y burocratización del sistema de asistencia social, de las autoridades que miran a otra parte, de los ciudadanos que piden ayuda y bendicen el comunismo, pero cuando pierden los beneficios se marchan llorando a un partido de ultraderecha, de un sistema pasivo, despreocupado de la realidad y más interesado en informes y tecnicismos que en los problemas diarios. Por otra parte, es una película optimista, que llama a la responsabilidad de todos los integrantes de la comunidad, que muestra la posibilidad de mejorar el sistema desde dentro.

La película. Hoy empieza todo. Ca commence aujourd'hui


Francia. 1999. 95 min. Director: Bertrand Tavernier.

Guión: Dominique Sampierom (que fue maestro durante más de veinte años en Hernaing, una localidad del norte de Francia y cuyas experiencias transmite en la película), Tiffany Tavernier y Bertrand Tavernier

Sinopsis: En un pequeño pueblo del norte de Francia, el 30% de los 7.000 habitantes está en paro a causa de la crisis de la minería; Daniel, de 40 años, es el director y profesor de la escuela infantil que sin eludir sus propios problemas personales, asume que pertenece a una larga cadena de hombres y mujeres que han luchado durante siglos por sobrevivir en esa lejana y dura región minera. Y decide que no puede hacer otra cosa que seguir esa lucha. Un día, la madre de una de las alumnas llega borracha a la escuela, sufre un colapso y deja allí a su bebe y a su hija de cinco años. El profesor decide tomar cartas en el asunto, y solicita la ayuda de la comunidad y de los padres de sus alumnos. Su trabajo como docente será cuestionado. Refleja toda la problemática de una pequeña comunidad industrial: paro, alcoholismo, desestructuración familiar, abusos... y sobretodo la falta de esperanza en el futuro que aflora de cada uno de estos problemas. De este modo la escuela se convierte en una isla de color donde los niños pueden escapar de la cruda realidad que les envuelve.

Es película de denuncia, utilizando ciertas técnicas cercanas al documental, cumple con todos los objetivos que se marca, constatando la falta de atención de las autoridades e instituciones públicas hacia la educación infantil, la falta de apoyos a las familias más humildes (por la que los niños terminan pagando), revelando repulsivos movimientos político-burocráticos y otras injusticias de diverso pelaje. Es un homenaje a la figura del educador, auténtico héroe aquí, personificada en el protagonista, Daniel Lefebvre (Philippe Torreton), un hombre que emprende una lucha titánica cada día enfrentándose a toda la precariedad que rodea al centro donde imparte sus enseñanzas a niños pequeños, a veces viéndose obligado a ejercer como asistente social, y luchando contra la miseria moral y material de algunos de los familiares de los alumnos.

El profesor es un hombre extremadamente amable y paciente, pero no duda en ponerse firme para defender sus convicciones en determinados momentos. La ingente cantidad de problemas que se ciernen sobre él le harán flaquear en su contienda cotidiana para sacar adelante a sus pupilos y su vida personal, que también atraviesa por diversas dificultades. Cansado de cargar con semejante peso, Daniel llega a plantearse la posibilidad de dejarlo todo y claudicar, algo a lo que finalmente renunciará gracias al apoyo de la familia y de los amigos.

Cuando Daniel Lefevre, el director de la escuela irrumpe en el Ayuntamiento para hablar con el Alcalde, este le dice: «que los padres sean responsables» y Lefevre contesta «¿y qué hacemos con los niños?».


Información obtenida en:

http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/temaslasaulas.htm


22 de febrero- ZYGMUNT BAUMAN: Los retos de la educación en la modernidad líquida


Joan Pons i Tomàs

Al llegir el llibre de Zygmunt Bauman (2007), “Los retos de la educación en la modernidad líquida”, diré que m’ha agradat. M’ha fer pensar, i he pres posició enfront de moltes de les idees que es manifesten en el llibre, pense que la idea de l’autor és presentar-nos el concepte de modernitat líquida, però que no hi està d’acord amb ella.

FRASES PER PENSAR

· En el pròleg es dona un definició d’aquí va dirigit el missatge, al afirmar que “el jovent sap canviar de direcció, adaptar-se a circumstàncies variables, detectar d’immediat els moviments que comencen a produir-se actualitzant i rectificant la seua pròpia trajectòria” (p.14)

· Esperar s’ha convertit en una circumstància intolerable (p.21). La posició de cadascú en l’escala jeràrquica es mesura per la capacitat per reduir o fer desaparèixer per complet el temps que separa el desig de la seva satisfacció. L’ascens en la jerarquia social es mesura per la creixent habilitat per obtenir el que u vol ara, sense demora. (p. 22)

· Una jove de 18 anys declarava: ”No m’agradaria, al fer un repàs a la meva vida, veure que vaig trobar una feina i vaig romandre en ella per a sempre solament perquè era segur” (23). Seria terrible a eixa edat pensar el contrari.

· L’educació tenia valor en la mesura que oferia coneixement de un valor que durava. En la “modernitat líquida” les possessions que duren han perdut el seu antic encant. (p. 26).

· En el món de la modernitat líquida, la solidesa de les coses s’interpreta com una amenaça. La perspectiva de carregar amb una responsabilitat de per vida es rebutja com alguna cosa repulsiva i alarmant. (p. 28)


· La capacitat de durar molt de temps i servir indefinidament al seu propietari ja no juga a favor d’un producte... El consumir d’avui no es defineix per acumulació de coses, si no pel breu goig de les coses... ¿perquè el cabdal dels coneixements adquirits durant els anys passats en el col·legi o en la universitat hauria de ser l’excepció a eixa regla universal?. (p. 29)

· L’aprenentatge esta condemnat a ser una recerca interminable d’objectes sempre esquius... I les recompenses per obrar de forma apropiada tendeixen a traslladar-se diàriament a llocs diferents. (p. 33)

· Els nous termes transmeten un missatge de volatilitat, de fluïdesa, de flexibilitat y de curta vida. Les persones van a la recerca d’organitzacions d’estructura no molt ferma fàcil de reunir, desmantelar y reorganitzar segon ho requereixen les circumstancies canviants, notificant-ho amb molt poca antelació o directament sense previ avís (p. 34)

COMENTARI

Des del meu punt de vista, la idea del Club de lectura, és una idea oposada a la modernitat líquida. El fet d’estar aquí comentant un llibre és representatiu del món sòlid. En la modernitat líquida, haguerem format un Club de lectura internauta i penjaríem les opinions en diferents moments, segurament en un temps determinat, i sense presència física. A mi m’agraden les opinions i la visualització de les persones. El cara a cara. Sóc conscient que de l’altra manera la participació podria ser més ampla, inclòs podrien participar persones que ara no ho poden fer, és a dir de diferents part del món. Durant la lectura, hi ha moments que he recordat propaganda de les targetes de crèdit que deien “sigues lliure comprant litres de gasolina on vulgues”, o quan arriben les rebaixes i en la radio una propaganda diu “estalvia compulsivament comprant”. Pense que la modernitat líquida deixa fora a totes les persones que no entren en la definició de “jove”. La modernitat líquida es presentada per l’autor com persones que no volen responsabilitats, o persones que volen flexibilitat. Jo crec en les responsabilitat personals, i admire les persones que tenen cura d’altres que no es poden valdre per sí mateix. Podria entendre que l’autor està parlant del nomadisme del segle XXI, les persones, han d’estar al servei del mercats, sense drets, ni lligams. En algun moment em recorda la societat esclavista.

Joan Pons i Tomàs