El Profesor (2011). EE.UU.
Quizá haya que comenzar aclarando
que el título original de la película protagonizada por Adrien Brody no es “El
profesor” sino “Detachment”: desapego, distanciamiento, indiferencia,
separación, desinterés, etc. Un título mucho más adecuado al tema que trata la
película. La película explica cómo los docentes nos movemos obligatoriamente a
lo largo de un continuo en cuyos extremos están la implicación por un lado, y
el desapego por otro. Encontrar el equilibrio entre la falta de implicación y
estar excesivamente comprometidos emocionalmente, parece que puede ser la clave
para sobrevivir en esta profesión. Es una película cruda, y aún así, no tan
lejos de la realidad como puede pensarse. Quizá por eso resulta creíble:
sabemos que son exageradas las situaciones que se relatan, pero por otro lado,
las percibimos como situaciones posibles. La película presenta múltiples
situaciones y múltiples interpretaciones que proponen multitud de interrogantes
sobre nuestro trabajo: ¿Hasta dónde influimos los profesores y profesoras en
nuestro alumnado, si es que lo hacemos? ¿Hasta dónde puede o debe comprometerse
el profesorado? Los padres, ¿de verdad están presentes en la educación de sus
hijos e hijas? En “Detachment”, ningún padre acude al centro en la noche de los
padres. Los exámenes estandarizados: ¿qué papel juegan en la educación? En la
película, se utilizan como manera de buscar unos resultados que aumenten el
valor inmobiliario de la zona (atraer mediante resultados a familias con más
medios); etc
La película acaba de forma
desoladora: Adrien Brody leyendo un fragmento de “La Caída de la Casa Usher”,
frente a un aula destrozada mientras el viento, que sopla silencioso en las
aulas y pasillos de un centro abandonado, arrastra los papeles que inundan el suelo y
que escenifican… ¿el fin de la educación?
José Ignacio del Barco
30-01-2014
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